lunes, 19 de septiembre de 2011

¿Tengo pinta de tener pasta?

Por nuestros gustos discrepantes, las tardes frente a mi ordenador buscando codecs y pulsando la tecla del ratón compulsivamente, los haspavientos de tus manos en mi cara (me provocan mirada de Garfield), el dedito de Mila, todas las escenas que queremos grabar...

Por La Chica del Barman, y por el buen Barman del Diplodócus, los días clave de planes inprovisados, las expectativas tangibles, los soplapollas con sombreritos que pululan a nuestro alrededor, por tus frases sin pies ni cabeza (y no empecemos que luego dices que te grito), nuestra litrona, nuestras pringles y las noches enteras en el 2 de Mayo.

Por la magistralidad con la que esquivamos balonazos y borrachos de charla incansable, por lo buen rascador que eres, por los meses y meses que hace que queremos pasar un fin de semana tenebroso, por la gente que nos encontramos "casualmente", por los helados que acreditan nuestra identidad como espías.

Por reírme como me río contigo pese a que me percibas como a un perro verde, y en ocasiones nuestra relación se base en que yo invento una conversación con un interlocutor imaginario y tú intervienes de vez en cuando cambiando el curso de la misma. Porque gracias a tí he mejorado considerablemente la técnica de posar la lengua sobre el hombro. Por aquel sábado de noche en blanco que culminó con la frase "tengo una lombriz en el culo" tras el accidente por el cual casi matas a Nacho.

Que no me sigues el hilo cuando te tiendo la cohartada perfecta. Que te apuntan a la luna y miras al dedo... je. Porque aún sabes jugar, y de vez en cuando demuestras que tienes un oído musical portentoso. Tu memoria intermitente, tus botitas, tu gorra de beisbol y tu uniforme de chico del travelling.

En fin nene, no acabaría...
Necesitamos 100 pavos!!