Demasiado alto.
Demasiado rápido.
Ya sabes,
abrir las alas
y no encontrar momento
de volver al suelo.
Me asomas a restos de tu mar,
y decido quedarme allí para siempre,
junto a su voz, a su ir y venir,
su atardecer diferente cada día.
También a ti aprendí a amarte
lejos de quien creí haber sido hasta entonces.
Apartando la evidencia,
tan insistente...
Así crecimos,
siendo lo que siempre fuimos,
vistiendo la misma ropa,
cruzando las mismas calles.
Y si te encuentro?
Y si dejo de buscar y no encuentro?
Mañana hablamos, dices.
Y me calmo porque quiero:
Tu sexo desconocido,
tus ganas de seguir viajando.
Tu torpeza, tu tacto tan frágil.
Tu media sonrisa, tu orgullo,
tu rabia en el fondo.
Quisiste olvidarme,
what a nightmare, you left me.
Pasaré la noche en la noria,
deseando que esta vez me entiendas.
Rozando el polvo con las manos
y el cielo con los pies.
Dejándome dormir,
sin horas, sin sábanas, sin ruido.