lunes, 30 de julio de 2012

Qué putada, Carlota

... Y así superamos juntos
el domingo.

Me bastaba mirarla: 
Su pelo rojo, sus pocas palabras,
su respuesta siempre ingénua.
Tremenda.

Tenías un verano enterno,
tu propio cuerpo dejó de estorbarte.
Subías escaleras de dos en dos.

Suelo llorar, decías,
y todos sabíamos 
que te faltaban razones.

Pasé horas nadando
entre los dibujos de tu espalda
mientras tu dormías.

... Y en tu habitación
el tiempo se detiene 
y vuela a la vez.

Fuera de nuevo el bullicio estallaba.
Respira. Respira otra vez.

A las once Carlota vuelve a casa.

Lo conseguimos,
no era tan difícil.

lunes, 9 de julio de 2012

Harsuf

Agarro a mi musa del pelo en cuanto la veo pasar.
La beso hasta tragarme toda su saliva.
Ella me ofrece: sus piernas, su sexo, sus ganas, su cansancio.
Los lugares donde no ha viajado,
todo aquello que dice que le gusta. 

Obviando que ama y odia a partes iguales.

Esta vez no te me escapas.
Y me vuelvo humo, vapor invisible.
Floto en el cuarto de El Chico al que pese a mi empeño no llegué a querer, 
en esos días llenos de hormonas, apatía, de tanto calor, tantos gritos y silencio.

Tras un portazo oportuno
ya van años sin vernos...
Caminaste lejos.

Qué importa ahora todo lo que antes importaba.
Te regalo mi mirada, y mi atención, que no es poco.
Rozo la tierra en esta cama: deseos que también algúna vez fueron inquietos.

Después pasaré lista a mis errores, como siempre toca.

Y tu te irás con la cabeza gacha, 
intentando todavía encontrar palabras
de un idioma al cual no pertenezco.

Esto es arena, esto es mar, esto es el aire que respiras.
Tus manos arden, me queman, decido fundirme 
como agosto en el asfalto.

Esto es ahora Hong Kong, canta Springsteen: The River.
No más tiempo para perder.
Tantos kilómetros, y yo aún virgen.