miércoles, 4 de marzo de 2015

Simetría y perfección

Definitivamente Tana. Ha llegado con sus andares de victoria descubierta, me ha estrechado la mano con vehemencia y sus pensamientos celebraban a voces que no me queda otra que rendirme.

Quizás también haya encontrado belleza en la suavidad de su silencio, en la violencia de sus gestos acallados con el orgullo de quien sabe que otorga el poder de la compasión.

Yo quería cambiar, volverme insomne viajera de este metro de Madrid tan imprescindible y frío. No conozco a ningún pasajero del vagón, y sin embargo volamos juntos a merced del viento por igual, unos más tristes, otros más ingénuos.

Explico entre líneas de decepción inminente que has logrado hablarme, que no compartimos ya ni espacio ni tiempo, pero que de alguna manera intentas que yo te reproduzca. Situar en este puzzle que sólo a mi reta a armar, deseos tras tus palabras escupidas, tras tu rebeldía que denota locura, tras aquella injusticia que te hizo lamentar estar viva cada día un poquito más.

Le explico a la Amiga-Mariposa que algo debemos hacer, que no puedo aguantarte bajo mi piel porque me ahogas, que necesitas escapar, salir, hablar de nuevo.

Debo hacer caso del Chico que rompe las olas y que tanta luz arrojó sobre este hogar. Él huye de lo incomprensible, le hace daño, le hiere hasta enmudecer, es normal.

Me colocaron en el camino de la incertidumbre entusiasta y conformista nada  más poner un pie en la tierra, y quise disfrutarlo, quise deshacerme de simetrías y perfección, quise desnudar tabúes y de alguna manera encontrarme detrás de cada puerta. Y tu me observabas, fiel seguidora, divirtiéndote con mi juego torpe e inexacto.

Dibujé una cuadrícula y en ella ordené todos los besos robados, las noches en las que me creí Leyre en "Piedras", las leyes no escritas que justificaban mis ganas de seguir caminando. Y reconocerme en cada orgasmo, en cada dolor ajeno, entre risas y muecas de esperpento.

Madrid esperaba paciente mi llegada. Y desaté los nudos y corazas, pero detrás estabas tú, observando.
Azul III. Miró.