viernes, 17 de mayo de 2013

Incertidumbre

De repente encuentro tu olor 
entre cajones olvidados.
Tu ropa usada, tu tabaco, 
tu infancia en Los Montones.

Saltabas hogueras sin miedo a quemarte,
nunca permaneciste inmóvil.

Te rogué que me abrazaras
cuando aún no conocía el sabor
de tantas horas perdidas.

Antes estabas,
ahora en esta habitación queda el silencio.

Tu pelo rizado enredado hasta lo imposible.
Tu claridad sexual, 
kilómetros y kilómetros por recorrer,
desandar el camino escogido.

Y siempre estuviste ahí.
Largas noches escapando de hogares en llamas,
buscando tan solo tu calor, tu cuerpo,
tu voz compañera.

Hoy te nombro con palabras
que no abarcan tu grandeza,
y entre nostalgia contenida pienso:
espero que estés bien.

Que todos los sueños que construimos entre piedras,
al otro lado del muro,
vayan al menos cogiendo forma.

Que te veo, que te pienso y te siento,
y qué putada haber hecho raíces tan lejos.

Te encuentro entre los himnos desfasados,
en la fuerza de mis puños cerrados,
estos dientes apretados.
Nunca, nunca nos podrán.

Y cómo decirte,
cómo cogerte y decirte...

Ni el golpe más duro me hizo débil, 
ni el miedo me acobarda,
ni lograron asustarme sus gritos.

Soltamos las manos en un juego de despedidas,
riendo, probando, improvisando,
sufriendo al margen.

"El tiempo de la luz", te dije. 
Me entendiste.
"Me llamabas cabecita loca".
Lloraste conmigo.

No conocíamos drogas, desaliento,
acostumbrados a viajar con los bolsillos llenos.
No, no conocíamos.

Comida caliente, conversación ardiendo.
Hablabas de justicia, yo imaginaba escenarios.
Secretos desempolvados, los primeros novillos.

Y hoy te recuerdo, 
en los sucios baños de este bar, pensando:
todo con él fue diferente.

También entre risas aseguramos
que nuestro amor superaba cualquier forma de contacto.
Por eso hoy vuelves como entonces. 

Saliendo de entre los trastos de tu cuarto desordenado,
desnudo, mirando a través de tus gafas,
sosteniendo un pitillo entre los labios.

"Me relaja".
No encuentro la paz entre tanta incertidumbre.

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