miércoles, 7 de agosto de 2013

Nadir

El plano nadir definitivo:

Con el corazón a mil por hora,
espero de nuevo un visitante.
Promete fluidez, espasmos,
una montaña rusa.

También me soñé entre sus párpados,
en la saliva de sus palabras valientes,
sus luces, la sombra de sus rizos,
su sonrisa imperturbable.

Me deslicé bajo las palmas de sus manos,
dejé que las olas me alcanzaran
en la orilla al romper.

Se despertaron las fans,
voces en afonía pidiendo más.

Quería que no pararas:
más lengua, más boca,
más sutilezas bajo el mantel.

Me quitaste los zapatos
y vaciaste la lluvia en ellos.
Qué gran metáfora, María.

Eras inexperto, sencillo,
un papel por dibujar.
Qué bien haberte encontrado,
que el contorno de mi cuerpo por fín se haga deseo.

Y no callar, y seguir nadando.
Enterrar mis pies bajo la arena
y reír con estridencia.

-Shhh nena... pueden oirte.
-Quién me oye?
-Shhh nena...
-Mi risa es así.





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