miércoles, 12 de julio de 2017

Ilusos


Quizás no hacía falta tantísima parafernalia.

Dibujo laberintos irresolubles a modo de mapa, y los coloco a la entrada de mi cerebro.
Intentando engañar al hambre.
Dar el chivatazo de que en mi puerta siguen morando criaturas deformes.
No levantan dos palmos del suelo, pero desde aquí puedo oír su risa.

Plaza Elíptica, Usera, Legazpi.
Sienta tu culo de nuevo frente al ordenador.
Hay que ver cómo ha pasado el tiempo, Harvy.
Miremos donde miremos, en el momento en el que miremos,
siempre encontraremos el ejemplo de alguien que luchó como si fuera posible vencer.

Soy tan ilusa que en cada extraño veo familia.
La religión nunca osó penetrarme.
Soy tan ilusa que hoy he vuelto a ponerme tacones.
Ilusa... Cobarde, asesina, ignorante.

Busco tu lecho entre multitud de lápidas sin nombre.
El amarillo es un color incierto.

La hija del ferroviario era consciente:
si el tren decelera su ritmo, el viaje se acaba.

Vuelve el verano del 82, cuando aún no existías.
Mis hermanos murieron a cuatro años de hacerse adultos.
Recargaban bien de libros sus estanterías
pero vistieron siempre el mismo traje.

Soy tan ilusa que aún hoy espero su llamada.

No engañéis al caballo ganador con falsos premios y metas inventadas.
Va a correr más de lo que le permita su aliento,
y cuando mire hacia atrás no sabrás qué decirle.




No hay comentarios: