martes, 15 de enero de 2013

Ácido base


¿Por qué no guardaría un as en mi manga?
¿Tanto tiempo entre tahúres, y tanto aún por aprender?


Llega el momento de la decisión
y lo único que deseo esperder de vista la conciencia.


Volver al parvulario,
al silencio en tu cuarto,
al faro solitario en medio del mar agitado.


Intento decirte, cogerte, atraparte.
pero te vuelves fuego y humo
al mismo tiempo.


Dices: nunca seré de nadie,
no despiertes ahora tus celos.


Nunca supiste, nunca quise que supieras.
Te quería entre recuerdos
y la ilusión de lo que pudo ser.


Siempre esperando.


Y vuelves y me dices con tus ojos:
Ahora es el momento.
respira y punto.


Nadie te devolverá mañana.
No hay premios de consolación
al final del camino.


Así que buceo entre tus viajes,
intentando tragar toda agua que probaras
porque en eso también consisten mis metas:
Estar en todas partes, besar todos los labios.


Ya pasé página,
ya bailé con extraños.
Aprendí, desaprendí,
me creí nimia y enorme.


También mientras andaba
encontré piedras preciosas.

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