domingo, 2 de febrero de 2020

Lo ves o no lo ves


Con la verborrea de una bruja demente esparcimos nuestros mejores deseos, entre el viento, el mar y la tierra.

Te salpicaron de mala suerte, vaya. Menudo verano fue aquel.
Aprendiste a sorprender con juegos malabares ejecutados al milímetro: tu edad, tu esfuerzo en vano, el blanco donde situar después la mirada.

Retroceso y avance dentro del vagón que recorre en diagonal todas las decisiones tomadas.

Y respirar, alejarse del hervidero de toxinas, de los gestos imposibles y los afilados barrancos.

Paseábamos creyéndonos inmunes. Ciegos testigos de una historia apasionante, marcamos nuestros primeros pasos de baile sobre lápidas derruidas. Y otras no tanto.

¿Dónde estaba el límite, Chico que rompe las olas? ¿Lo ves o no lo ves al cerrar los ojos?

No compenses con gritos, bastan tus pálpitos, tu llanto ingenuo, la canción que ahora escojas para este momento.


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