miércoles, 25 de junio de 2008

Cicatrices

Voyeur desde los siete, adicta al sexo a los trece. No me basta con tu cuerpo. Quiero exprimir tus jugos y nadar entre tus tripas.

Soñabas con volverte fuerte, con altas montañas nevadas, con silencio que escuchar, con no tener que dar explicaciones a nadie y no sentir tentación de agarrar las cuchillas que bailoteaban a tu alrededor.

Soñabas y callabas. Esperabas el día y mientras tanto te entrenabas para correr. Cómo decirte, Chico de ojos azules, que si no te enamoras no vale la pena, después de lo mal que se portó contigo ese que se hizo llamar amor. Era tu vida y tus heridas. Sostenías tembloroso el teléfono… y ella esperaba respuesta.

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