miércoles, 25 de junio de 2008

Instinto asesino

Busco la inspiración en un cigarro. Reprimo el instinto asesino y escucho paciente, sin interrumpir. Otros ojos se acercarán a mirarme, pienso, obviando el gesto de incredulidad protocolario, impuesto por los inquietos envidiosos.

Se repite el estribillo. Por más que recorro cada día el mismo camino no consigo fijar mi huella en la arena. Tímida y escurridiza, como un pez que se agita fuera del agua. A medida que avanza el día mis planes se van volviendo irrisorios.

Dejaré encendida la luz del pasillo para que no te pierdas al llegar. Voy a ir afilando las puntas de los lápices y a diseñar nuevas sonrisas espontáneas. Voy a dejar que tus caricias se abran paso entre mis piernas. Intentaré hablar con tus besos, sin que tú te enteres.

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