Navidad: estreno chaqueta y coño. Me desnudo impaciente por mostrarte mi nueva cara. Aplaudo a los valientes que pronuncian en alto la palabra sexo. Busco razones para quien no me entienda, para mantenerlos tranquilos. La mala conciencia de no acudir puntual cuando me llaman a veces me paraliza.
Busco la chispa que me encienda, que me proponga una acción, por absurda que parezca. Con un gesto sereno te tapo la boca: tú y yo, hablando sólo de amor. Tú aquí, yo, nadie más. Así lo defines. Así me respiras, me adivinas, me obvias, me enganchas. Te imagino en otras camas, abrazando otras memorias, y me gusta la extrañeza que me provoca saber que hace tiempo ni te conocía.
Tras varios asaltos intimidada y muda, temblorosa de indefensión, decido dar forma a un nuevo ser animado, con mi voz y mis pies: Amar, la aprendiz de actriz, quien se toma en serio cada escena y dejó enterrada bajo la alfombra, a los diez años, la vergüenza de reconocerse única víctima del juego.
Busco la chispa que me encienda, que me proponga una acción, por absurda que parezca. Con un gesto sereno te tapo la boca: tú y yo, hablando sólo de amor. Tú aquí, yo, nadie más. Así lo defines. Así me respiras, me adivinas, me obvias, me enganchas. Te imagino en otras camas, abrazando otras memorias, y me gusta la extrañeza que me provoca saber que hace tiempo ni te conocía.
Tras varios asaltos intimidada y muda, temblorosa de indefensión, decido dar forma a un nuevo ser animado, con mi voz y mis pies: Amar, la aprendiz de actriz, quien se toma en serio cada escena y dejó enterrada bajo la alfombra, a los diez años, la vergüenza de reconocerse única víctima del juego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario